lunes, 30 de julio de 2012

Costumbre de los mayos y de coger el mayo.Ruta de la leyenda (9)


2.7. Costumbre de los mayos y de  coger el mayo.
La Fiesta de Os Maios son las construcciones vegetales que el primer fin de semana de Mayo llenan las plazas en, toda Galicia.

Compuestas de naranjas, maíz, flores, "carriza, carrabouxos" y mucha imaginación para alejar las pestes, plagas y males de la cosecha y además hacernos reír con sus coplas.


Cada primero de Mayo la vegetación sale a la calle en forma de "Maio" -construcción de diferentes formas hecha de elementos vegetales en función de la zona en la que se elabora y que puede ser tradicionales o artísticos. Os maios se gestaron para invocar el crecimiento de las plantas cultivadas y para protegerlas de posibles amenazas naturales como ratones, topos... o las sobrenaturales, las siempre temidas meigas que con sus poderes pueden echar un mal de ojo a la cosecha.

Aunque empezaron siendo fiestas propiamente vegetales han ido incorporando con el tiempo bailes y coplas con carácter satírico, completando así el sentido popular de la fiesta.



En este pueblo se tiene la costumbre de ir a coger el mayo ( es una xesta toda llena de flores amarillas)  la recolección se realiza antes de que salga el Sol del día 1 de mayo, esta planta se colocará en toda clase de lugares por donde la persona entre a su casa, coche, tractor, garaje, cancilla, puertas, etc, es para protegerlos durante todo el año y que no tengan contratiempos (aquí se dice para que no estes amaiado) esto quiere decir que no tengas pereza durante todo el año y que no te sucedan cosas malas.

2.8. Costumbre de la noche de San Juan y leyendas.
La víspera del 24 de junio representa el triunfo de la luz sobre las tinieblas. Es el solsticio de verano ( 21 de junio), cuando el día es más largo y la noche más corta. A partir de esa fecha los días empiezan a menguar. Es la única noche en la que reinan las fuerzas secretas de la naturaleza, lo que le confiere el carácter de una noche mágica, donde es posible que ocurran cosas que en fechas normales no podrían suceder, por eso es una noche propicia para las curaciones, las adivinaciones, los oráculos y otros prodigios.

Así, las hogueras de San Juan rememoran el día más largo del año, el solsticio de verano. En esta noche se recogen hierbas aromáticas (herba de San Xoán) que se deja en agua toda la noche a la intemperie para lavarse con ellas a primera hora del día siguiente, se salta tres veces por encima del fuego para purificarse y obtener salud todo el año, se colocan determinadas plantas en las ventanas y puertas para impedir la entrada de malos espíritus ola acción maléfica de brujas y otras entidades oscuras. Las muchachas que querían conocer cuál sería el oficio de su futuro marido dejaban un vaso de agua al sereno, la víspera de San Juan, en el que habían echado una clara de huevo y una yema. A la mañana siguiente, según la forma que hubiese adoptado el preparado (bien la forma de un barco o de alguna herramienta, por ejemplo) se podría adivinar el oficio del futuro esposo.
También se aprovecha la oscuridad de la noche para robar y esconder cancelas y aperos de labranza que después dejaban dispersos por la zona, con estos actos el caos de una noche bruja en la que todo podía pasar, de una noche en la que caen los velos que separan el mundo de los vivos del mundo de los muertos.
En el amanecer del día de San Juan el Sol baila en el cielo. Popularmente se dice que baila de felicidad por la fiesta del Santo. Cuentan que los paisanos para ver mejor ese baile solar lo hacían mirando a través de una peneira o después de lavarse en agua con flores. No es el único prodigio que ocurre este día. Las mouras y donas que habitan en las fuentes encantadas y las lavandeiras salen de sus escondites y se dejan ver en la noche de San Juan.






2.9. El  lunes de Pascua ir a merendar O Con da Ventureira.
Desde pequeños sabemos que en los pueblos cercanos el lunes de Pascua es para ir de Romaría a la Virxe das Cabezas na Armenteira, acampar allí, ir a oír una misa o ir a la Fiesta.
Pero nosotros los de Sanxenxo tenemos especial predilección por ir a nuestra piedra tradicional y comer allí lo que nuestros padrinos nos han regalado que son las roscas, los bizcochos y los bollos con huevos, todo ello en un paraje incomparable como es el Con Da Ventureira.

La fabulosa piedra, donde acuden todos los años, coincidiendo en el Lunes de Pascua, numerosos  vecinos para realizar, alrededor de la gran piedra, una comida campestre ( o día do Con) en la que no faltan las roscas y los bollos preñados de huevos. Existe la costumbre entre los jóvenes del lugar de demostrar su habilidad intentando subir al Con, con la ayuda de una pértiga. Aquel que lo consigue es digno de admiración, por la dificultad que supone coronar tan grande roca. También suelen ir los gaiteiros a amenizar un poco el tiempo allí, suelen cantar y se preparan para una tarde de distracción y recreo.

Nuestra Señora de la Lanzada.Ruta de la leyenda (8) 3º parte




El rito de envolquillarse.

Este ritual, celebrado en los  campos que se extienden alrededor del santuario, consiste en revolcarse desnudos sobre la hierba mojada por el rocío matutino con el fin de curar la sarna o, cuando menos, protegerse contra ellas.
Las fechas en que se celebra el envolquillamiento  es el último domingo de agosto o la mañana de San Juan, día como ya dijimos, propicio para todo este tipo de ritos relacionados  con el poder curativo y purificador del agua y del rocío matutino. Esta costumbre debió de estar muy extendida por toda Galicia pues Rodríguez López recogió a principios del siglo XX la tradición de dormir desnudos entre el centeno para curar la sarna. En otros lugares del país, como Melide, bastaba con recorrer desnudos por un campo de centeno antes de salir el Sol.
Los griegos interpretaban el rocío como símbolo de fecundidad y de fertilidad. Los pueblos Celto-atlánticos le atribuían poderes mágicos. En la tradición cabalística judía el rocío aparece como símbolo de la renovación de la vida y de la salvación.

Ritos de fertilidad ( Berce o cama de la Santa)
Los ritos asociados a la fertilidad son, hoy por hoy, sin lugar a dudas los más famosos de este singular santuario. Tradicionalmente, el rito de las nueve olas había que realizarlo en la pequeña playa ubicada a mano derecha de la ermita. Praia da Nosa Señora- aunque hoy en día se extienden el culto a las dos playas que flanquean el santuario: la playa de foxos y la playa de Areas Gordas e incluso la playa de Lapa y A Lanzada. Cuando se buscaba  quedar embarazada, debía recibir el baño tanto el hombre como la mujer y, una vez encomendados a la Virgen, yacer juntos en el Berce de la Santa o en su defecto en algunas de las furnas de las playas del santuario o al amparo de la oscuridad de la noche. Este rito había que celebrarlo por nueve días seguidos, que es lo que duraba la romería.
Otras versiones dicen que la pareja que buscaba descendencia debía, en la víspera de San Juan, yacer en la piedra conocida como Berce da Santa. Acto seguido la mujer debía bajar hasta la playa y recibir en su vientre la acometida de nueve olas, aunque el orden lógico debería ser el inverso, como recoge en el libro “ Contos e lendas da Lanzada” de Alba Paz Framil. Primero la pareja se baña desnuda en el mar recibiendo las nueve olas, finalizado el baño deben realizar el coito a la sombra del influjo sagrado de la ermita y, si es posible, repitiendo el acto varias veces hasta la madrugada. Bien sabido es que reiterar en el intento aumenta las probabilidades de logro. Al amanecer, la mujer debe acostarse en el Berce da Santa con la cabeza hacia la parte más baja del pétreo lecho. Como se apunta en algunos manuales está postura inclinada donde las piernas y el pubis se encuentran más altos  que la cabeza favorece el deslizamiento del semen hacía el útero. El rito completo debe repetirse nueve días seguidos lo que incrementa la posibilidad de quedar embarazada, no solo la repetición  del coito sino también por la posibilidad de que alguno de esos nueve días puedan coincidir con el periodo de mayor fertilidad de la mujer.

domingo, 29 de julio de 2012

Nuestra Señora de la Lanzada. Ruta de la leyenda (8) 2º parte

Nuestra Señora da Lanzada las tradiciones, ritos y sus costumbres 

El rito de barrer por detrás del retablo.
 Los romeros acuden a este santuario desde tiempo inmemorial para librarse del mal de ollo y “lanzar” el meigallo. Según algunas interpretaciones etimológicas populares el nombre de la playa – A Lanzada- vendría de esta práctica exortizante.
Una vez finalizada la misa, aquellos devotos que ansían la curación o protección frente al mal de ollo y meigallo acceden a la capilla y circunvalan el ábside barriendo a su paso el suelo con una escoba, mientras recorren el espacio que queda entre el ábside y el retablo. Este rito debe realizarse tres veces, finalizado el cual es necesario dejar la limosna correspondiente. Este ritual nos presenta la acción de barrer como metáfora de limpiar el mal, de expulsar la acción del maléfico.
El rito de barrer la capilla
El día de la Romería de A Nosa Señora da Lanzada las mujeres esperaban su vez para barrer el suelo delante del altar de la capilla a la vez que esconjuraban la acción maléfica recitando la conocida fórmula de “Meigas fóra”. 
Estos ritos serían inicialmente uno sólo, ya que el devoto debía barrer por detrás del retablo y por delante del altar haciendo un circuito completo alrededor del ábside de la ermita, pasando en cada vuelta por delante y por detrás del altar y el retablo. Para entender estos ritos relacionados  con el barrer se debe tener en cuenta que, en la mentalidad tradicional, la enfermedad se identifica con suciedad. Ya sea la suciedad simbólica del alma y la razón que producen meigallos, el mal de ollo y los feitizos o la suciedad de las pezoñas, los males de aire, erisipelas y otros males de la piel. Es por ello que en muchos ritos curativos de nuestra medicina popular se procede a realizar no solo barridos simbólicos sino también lavados y baños limpiadores como ocurre en muchos tratamientos del mal de aire que veremos cuando hablemos de las propiedades del agua.
El baño  en el mar y las nueve olas.

Además del baño de las nueve olas celebrado con fines favorecedores de la fertilidad la noche del último sábado de agosto- es decir, la madrugada del domingo- existe otra fecha  en el calendario en la que tiene lugar otro baño ritual en estas aguas. Se trata del Día de la Ascensión antes de salir el Sol. Hombres, mujeres y niños se bañan en tan significativas fechas para conseguir la protección divina, la buena suerte y la cura a todos sus males. 

El baño de las nueve olas también se puede realizar la noche del 23 de junio, víspera de San Juan, una de las noches más propicias del año para este tipo de rituales lustrales asociados al agua. Pero en está fecha,  a parte de la búsqueda de la fertilidad, también se procura la acción regenerativa del agua para conseguir la curación de las distintas  enfermedades que aquejan a las personas y a los animales.


Algunos curanderos aconsejaban acercarse al santuario a las doce de la noche de los sábados de Luna llena en meses sin erre. Hipólito de da Bravo nos describe el ritual a efectuar: 
Hay que dar nueve vueltas alrededor de la ermita en el sentido contrario a las agujas del reloj. De un modo simbólico estamos retrasando el tiempo hasta llegar al momento en el que el paciente todavía está sano. En cada vuelta se debe rezar un Avemaría, un Padrenuestro y el siguiente esconjuro:
Nosa Señora da Lanzada,
polo fillo que  parisches,
fai que me quede preñada.

A continuación es el momento de bajar a la playa y tomar el baño de las nueve olas mientras se repite el mismo esconjuro. Una vez secos, la ceremonia remata con una cena y la promesa de una ofrenda a la Virgen que se le debe llevar el día de su fiesta. Antiguamente, cuando no era habitual saber nadar ni siquiera los marineros, la gente solía atarse una cuerda alrededor de la cintura antes de meterse en las oscuras aguas del mar. Un familiar desde la arena sujetaba el cabo para evitar que un golpe de mar o la fuerza del oleaje pudiesen llevar mar adentro a quien hacía el baño ritual. Vemos que el baño de A Lanzada era de gran versatilidad y polivalencia curativa, pues se realizaba con fines favorecedores de la fertilidad como con fines vigorizantes y fortalecedores de la salud en general, sin olvidar, el peculiar baño de  tres olas para curar las posesiones demoníacas.
 Existe la creencia tradicional de que el creciente de agosto es el más indicado para realizar los baños salutíferos. Hoy en día aun son muchas las personas que acuden a los arenales de nuestra costa a darse un baño revitalizador los nueve primeros días de septiembre. Se cree que con este ritual uno queda a salvo de coger gripes y resfriados durante todo el invierno.
La creencia popular dice que las nueve olas representan a los nueve meses de embarazo, aunque, otras variantes de este baño ritual hablan de siete olas en vez de nueve, pues consideran, como observó Vicente Risco, que la primera y la última ola no se debe contar  pues son las que se reciben mientras se entra y se sale del mar y, por lo tanto, no suponen verdaderas embestidas dotadas de virtud fecundante. Hay vecinos de la zona, como bien me explicó  el párroco de Noalla, que resuelven está confusión entre el número de olas a recibir afirmando que, en realidad, existen dos tipos de baño: el baño de las siete olas era recomendado para los problemas nerviosos mientras que el de las nueve olas se hacía para favorecer la fertilidad, aunque ya hemos visto que, según parece, el baño para curar la posesión era de tres olas.

viernes, 27 de julio de 2012

Nuestra Señora de la Lanzada. Ruta de la leyenda (8 ) 1º parte


Nuestra Señora da Lanzada las tradiciones, ritos y sus costumbres 
El segundo sector, denominado por los arqueólogos sector exterior, sería ocupado hoy en día por las viviendas que al otro lado de la carretera y sobre la playa de Foxos se construyeron las últimas décadas. Parte de esta área se correspondería a la necrópolis vinculada a este asentamiento.
A estos restos habría que añadir un tercer sector, denominado a punta, que comprende las ruinas medievales del castillo y la ermita románica de A Nosa Señora da Area. Este importante yacimiento de nuestro patrimonio histórico abarca una extensa secuencia cronológica que va desde la Edad de Bronce (siglo VIII a. C.) hasta la Edad Media (siglo X d. C.) y nos ofrece la más completa y rica muestra arqueológica de la historia del municipio de Sanxenxo.
Descripción de los ritos que se dan en el santuario, en relación con la curación:
·         El rito de barrer por detrás del retablo.
·         El rito de barrer la capilla.
·         El baño en el mar y las nueve olas.
·         El rito de envolquillarse.